miércoles, 29 de septiembre de 2010

SOY EL VIENTO



SOY EL VIENTO

A Daniel

"...ante la lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir..."
Alejandra Pizarnik


Cuántos pasos atrás en el reloj hacen  falta

para anular el instante de agonía.

Ese verte y no verte.

Porque eras vos.

Pero eras el ausente.

Y me reprochabas las horas solas.

Las horas de ojos cerrados.

Cuando yo me reía y vos estabas muerto.

No supe.

No supe a tiempo.



Eras vos el que tenía que reírse.

Como siempre.

Estropeando las fiestas familiares.

Enseñándome

a cagarme en la Navidad.

P
or qué no lo aprendí antes.

Siempre tan correcta.



Esperaba llegar a tu casa y que me mandaras al carajo.

Pero grité tanto.

Cerré un círculo extraño al verte muerto:

me hice pis encima,

igual que vos cuando murió papá.

El que tenía tus mismos años.

Tu mismo corazón defectuoso.



Hermanito, nos equivocamos todos:

no soy la vela en el viento.

Soy el viento.

La margarita desfallecida

se cargó el dolor al hombro.

No voy a llamar al cementerio para hacer reservaciones.

No me voy a partir la vida.



Qué serás con el tiempo.

Una memoria a medias

o un remordimiento.

Algo que pasó en el 2010.

Algo que pasa para siempre.



Llorar no me alcanza.

Escribir me alcanza un poco.

¿Me enfermaré de palabras?

¿Me enfermaré de este aullido que no sale

y se pudre adentro?

Pero no. No. No.

Soy el viento.

Tan fuerte para sostenerte

y sostener lo que queda.

Para aceptar lo que nos dimos

y lo que no nos dimos.

Sangres paralelas.

¿Cómo no iba a amarte?



Siempre falta un ratito más

para decir adiós.

Un ratito más.



¿Cuántos pasos atrás en el reloj?



Arte: Ray Caesar 

   

2 comentarios: