domingo, 29 de junio de 2014

EL CABALLITO BALANCÍN - ILL CAVALLINO A DONDOLO


EL CABALLITO BALANCÍN

"Cantábamos para siempre la canción.
Cantábamos nuestra alianza hasta después del mundo."
Olga Orozco

  

Estaba dentro de la canción

que cantábamos esa noche.

Noche de inocencia ajena

que la luz de la memoria

desnuda de un manotazo.

No era nuestra infancia,

no se desbordaba

en la dimensión de la lluvia.

Era blanco como el camino de grava 

donde rodaban los días.



Estaba dentro de la canción

que cantábamos esa noche.

Crecía junto a otros objetos inútiles:

una estrella estéril esparciendo

su semen baldío.

Se balanceaba al borde

de unos ojos inconclusos

-ocho años de ojos que se muerden los párpados-.

Parecía inofensivo

como un domingo estirado sobre el sueño.



Estaba dentro de la canción

que cantábamos esa noche.

Papá se fue al cielo

y los nenes

nos quedamos en el infierno

(mamá amuebla el infierno a su manera,

nos lava la culpa con chocolate caliente,

nos mira y no entiende,

no sabe,

no puede).

La mitad de nuestros recuerdos es falsa.

La otra mitad,

está contaminada por la herida.



Estaba dentro de la canción

que cantábamos esa noche.

Una licencia de Dios

o un soborno del Diablo.



No sé.



ILL CAVALLINO A DONDOLO

“Cantavamo per sempre la canzone.
Cantavamo la nostra alleanza fino alla fine del mondo”
Olga Orozco



Era dentro la canzone
che cantavamo quella notte.
Notte di indecenze altrui
che la luce della memoria
spoglia con uno strappo.
Non era la nostra infanzia,
non tracimava sotto
la spinta della pioggia. 
Era bianco come il sentiero di ciotto
li dove rotolavano i giorni.

Era dentro la canzone
che cantavamo quella notte.
Cresceva insieme ad altri oggetti inutili:
una stella sterile che sparge
il suo seme vacuo.
Si bilanciava sul bordo
di un paio di occhi inconclusi
– otto anni di occhi
che si mordono le palpebre –.
Appariva inoffensivo
come una domenica
allungata sul sonno.

Era dentro la canzone
che cantavamo quella notte.
Papà se ne andò in cielo
e noi bimbi
siamo rimasti all’inferno
(la mamma arreda l’inferno a modo suo,
ci lava la colpa con della cioccolata bollente,
ci guarda e non capisce,
non sa, non può).
Metà dei nostri ricordi sono falsi.
L’altra metà è stata contaminata dalla ferita.

Era dentro la canzone
che cantavamo quella notte.
Una licenza di Dio
o un ricatto del Diavolo.

Non so.

Traducción: Milton Fernández

Arte: Rebeca Cano
Del poemario "Once Upon A Time", Rayuela Edizioni  (2014)

1º Premio Poesía “Concurso internacional Rayuela Edizioni, Festival della Letteratura di Milano”, Rayuela Edizioni, Milán, Italia (2014)  

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