viernes, 5 de septiembre de 2014

"LA POESÍA DE RAQUEL FERNÁNDEZ", POR ALBANY ALFONZO (CHAPELLINA) PARA "MIS IDEAS DESPEINADAS"

La poeta argentina Claudia Vázquez dice que pararse frente a la poesía de Raquel es un desafío. Y tiene razón. Al leerla su sentir se vuelve tan nuestro que resulta imposible despegarse de sus letras. Cada creación es un boleto al dolor y a la alegría. Un camino hacia la reflexión. Es encontrarse cara a cara con esas palabras que no somos capaces de expresar porque nos da vergüenza desnudar el alma o simplemente para no hacer daño. Porque las palabras, sin querer, hieren algunas veces. Cuando es así, Fernández suele decirlas con tanto cuidado que lastiman como si fueran cuchillos de algodón. También es vida y esperanza. Es un grito, un abrazo, un refugio.

Presentación de "Once Upon A Time" en la Sala Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional.

Sus poemas, su vida 
Hay quienes eligieron el color y la canción para expresarse. Raquel Fernández, la poeta que nació en Avellaneda, eligió la palabra o mejor dicho, se eligieron mutuamente. No recuerda si comenzó a escribir a los ocho años, pero toma esa edad como referencia porque está marcada por la muerte de su padre. Para sobrellevar el dolor su consuelo fueron la escritura y el dibujo. "Los primeros poemas que escribí tenían un tono jocoso, quizás para contrarrestar el ambiente lúgubre que había en mi casa. El vicio de dibujar lo perdí con los años, pero quizás lo retome algún día".

Fernández dice que no todos los poemas nacen del mismo modo. "Creo que no hay dos poemas que hayan tenido una génesis idéntica. Siempre cuento que “Chicas correctas” apareció entero en mi cabeza en la cancha de River Plate, en pleno recital de The Cure". Uno de sus últimos poemas titulado “Perfectamente triste”, estuvo dando vueltas en su cabeza durante tres o cuatro días. Señala que escribirlo fue un alivio, pues era algo que le estaba doliendo. "Mis poemas no son mágicos, no vienen de ninguna comarca maravillosa: me suceden cosas, como a todo el mundo, cosas que me golpean o me conmueven de alguna manera y eso es lo que me empuja a escribir".

Raquel escribe poesía como consuelo, como catarsis, como acto de amor y como acto reparador. Ella escribe para “soltar y retener”. "Soltar el dolor y retener el recuerdo. Mi poesía suele ser muy autorreferencial. Trato de abrirme y ver más allá de mí para que mi palabra pueda ser también un instrumento de denuncia, en algunos casos, de recordatorio, en otros".

Palabra sanadora
Fernández es una guerrera. Debe convivir con TAB (trastorno afectivo bipolar) un padecimiento que la debilita y que le complica la vida, pero aun así no duda en ponerse los guantes para seguir batallando y seguir regalándonos poemas maravillosos.

Me confirma que escribir la ha ayudado a sanar, a mantener el equilibrio. "La poesía tuvo y tiene en mi vida un papel terapéutico: gracias a la palabra he atravesado situaciones muy fuertes, muy trágicas, y he podido superarlas. El duelo por la muerte de mi hermano, prematura como la de mi padre, lo hice a través de la palabra. Escribir es sanador. La poesía es para mí, en primer lugar, un instrumento de sanación. Partiendo de la idea de que todos estamos heridos, porque la vida es indivisible de la herida, la poesía constituye un instrumento valiosísimo para reparar –o intentar reparar- esa herida colectiva". 

Un poema para salvar al mundo
Raquel es de esas personas que han aprendido a sacar belleza de sus heridas. De esas personas que han aprendido a pintar su propio sol. A iluminar con su luz su propia oscuridad, y la de otros. Ella es de la gente que conserva el corazón rebosante de fe y esperanza. Es de la gente que piensa que "el arte transforma" y que, si no tiene la capacidad de “salvar al mundo”, tiene la capacidad de salvar a las personas una y otra vez.

"Recuerdo el edificio Dakota, 1980, alguien llorando desconsoladamente y diciendo “No puedo creer que John Lennon esté muerto: él me salvó de morir tantas veces…”. Eso es lo que un poema puede hacer: salvarte de morir. Y salvar a alguien es, de algún modo, también salvar al mundo".

Leer a Raquel es llorar y reír evocando recuerdos. También es sentirse acompañada en momentos difíciles. Ella me confirma que no soy la única. Le pregunto: Qué se siente saber que lo que escribes puede ayudar a otros a sentirse menos solos, a darles esperanza? Ella me responde: "Creo que poder llegar al otro, poder provocar algo en el otro, poder acompañarlo, es maravilloso y es el reconocimiento más grande que un artista de cualquier tipo puede tener".

Me cuenta que tiene una lista de anécdotas hermosas. "He recibido mensajes de parejas contándome que han elegido un poema mío para hacerlo propio, como cuando un par de enamorados eligen una canción; mensajes de artistas cuyas obras pictóricas he utilizado para ilustrar mi blog agradeciéndome por haberlo hecho… Uno de mis poemas de “Interrumpidas”“Lucila”, fue publicado por Isabel Yaconis, la mamá de la chiquita al que está dedicado, en la página de la Asociación Madres del Dolor, una organización formada por mujeres argentinas que perdieron a sus hijos en hechos de violencia y desde el año 2004 constituyen una organización civil que lucha por la efectividad de la Justicia en mi país, defendiendo los derechos de los ciudadanos y su seguridad y brindando apoyo y contención tanto a víctimas como a familiares. Que una mamá cuya hija adolescente fue asesinada haya publicado mi poema en homenaje a su hija para mí es muy fuerte".

La difusión de sus poemas en su blog "Pan Con Cicatrices" le ha permitido traspasar fronteras y que gente de otros países pueda deleitarse con sus palabras. Le escriben desde Venezuela, España, Chile, Uruguay, México, Cuba y de la parte latina de EEUU.

Premios y publicaciones 

Raquel me confiesa que no se puede vivir de la poesía económicamente hablando. Que jamás ha presentado su trabajo a ninguna Editorial y para muestra es que la mayoría de sus trabajos han sido publicados por premios obtenidos en su natal Argentina. También en España, Italia y Estados Unidos. Para Fernández ser premiada internacionalmente es tan importante como ser reconocida en cualquier pueblito de Buenos Aires o ser reconocida por alguien que pasa por su blog y le deja un mensaje alentador. 

"Creo que hay cosas que podrían resultarme más fáciles si tuviera algún tipo de militancia política, o sí, simplemente, le golpeara la puerta del despacho a algún familiar que sí la tiene, pero creo que, aunque el artista tiene, como cualquier persona sus preferencias políticas, la palabra debe ser independiente. Mi independencia tanto de pensamiento como de relaciones políticas me permite escribir un poema como "Rara", dedicado a Alcira Graciela Fidalgo Pizarro, una militante (y, además, poeta) desaparecida en 1977 y también un poema como “Él viene”, dedicado a Juan Eduardo Barrios, un niñito de tres años asesinado por Montoneros en el mismo año. Porque no son poemas escritos desde un “bando”. Son poemas escritos desde el dolor frente al dolor humano. A mí me conmueven las personas que sufren. Y quiero que me sigan conmoviendo todas las personas que sufren. Todas".

Recientemente su último poemario titulado "Interrumpidas" ganó el Primer Premio en el Primer Concurso de Poesía "La palabra de mi voz", auspiciado por Publicaciones Entre Líneas, de Miami. La poeta señala que “Interrumpidas” está escrito para todas las mujeres y niñas que fueron víctimas de la violencia. "Es un largo abrazo para ellas y un modo de decirles que no las olvido, que no las olvidamos. Escribirles a ellas fue una necesidad: no quiero que las olviden los que alguna vez supieron de ellas. Quiero que, los que jamás oyeron sus nombres o sus historias, las conozcan. Quiero que sepan quiénes fueron (quiénes son) Ángeles, Jimena, Carolina, Lucila, Alicia. Y que también las abracen. "Interrumpidas" está escrito para concientizar acerca de la violencia de género, el abuso sexual, la trata de personas".

Su poemario “Interrumpidas” será publicado en castellano, a diferencia de “Once Upon A Time”, un poemario bilingüe publicado hace poco por Rayuela Edizioni en castellano y en italiano.

"El poema que me falta escribir es aquel que me haga prescindir de un Mecenas para siempre jamás." Ríe.




2 comentarios:

  1. Excelente entrevista. quienes conocemos a Raquel sabemos de su valor como personas, y de su talento , valentía y compromiso con la escritura.
    MARITA RAGOZZA

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    1. Muchas gracias, Marita. Creo que conocer a Albany (aunque por ahora sólo virtualmente porque ella es de Venezuela) ayudó a que saliera tan fresca. La verdad es que me costó mucho llegar hasta acá; siempre cuento que durante más de diez años los referentes culturales de Avellaneda me preguntaban si escribía cada vez que me veían, jjajajjaaja. Costó que me tuvieran en cuenta, pero estuvo bien, porque fue un tiempo en el que pude aprender más y hacer mejor mi trabajo. Yo soy una privilegiada, además, porque recibo mucho cariño de la gente. Para mí el éxito está ahí. Un abrazo.

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