domingo, 29 de abril de 2018

ALGUIEN TE DIJO


 ALGUIEN TE DIJO



Alguien te dijo que la muerte era tu amiga.

Alguien te dijo que la muerte podía hacerte el amor

como no podía hacerlo el poema,

que la muerte podía poner el dedo en la llaga

y convertirla en una rosa,

y convertir los pasillos sucios de los hospitales

en callecitas de París,

y el llanto

en caracoles transparentes.




¿Fue Erzsébet,

tu condesa de sangre,

con la cara apretada contra el suelo,

sin luz,

sin aire,

sin pieles para cortar y coser el deseo?

(la muerte fue su  amiga

porque la hizo libre).




¿Fue Janis,

heroína de la heroína

con los ojos en blanco

y el vuelto de la máquina expendedora de cigarrillos

todavía apretado

entre sus dedos de hielo?

(la muerte fue su amiga

porque la hizo hermosa).




¿Fue Karen

con la memoria verde de África

y el cangrejo de la sífilis

remontando entre sus piernas el camino del amor?

(la muerte fue su amiga

porque la hizo sana).



Alguien te dijo que la muerte era tu amiga

y vos

(muñequita Hummel,

bibelot,

algo que se cae y se  rompe,

algo que se cae)

le abriste la puerta para ir a jugar,

y ella tocó tu corazón tambor

con la soledad infinita de sus huesos.




Arte: "Alejandra Pizarnik, al filo de la poesía", Lucero Balcarza

viernes, 27 de abril de 2018

NILGÜN



NILGÜN                
                         
                                                                                                                                    Con un pájaro

“Mi pájaro y yo estamos apresuradamente dormidos
reflejados en un espejo.”
Nilgün Marmara (1958 – 1987)



Yo dormía con un pájaro

todas las noches.

Lo acariciaba con mi lengua áspera,

como la de los gatos,

y él supuraba poemas.

Y los poemas eran llagas

y las llagas,

aguijones rojos que nos clavaban

al ruedo vertical del espejo.



Yo dormía con un pájaro

todas las noches.

Yacíamos en una jaula,

yacíamos en una cama.

Él se desangraba en barrotes,

yo, en palabras.

A veces me lo tragaba

porque lo confundía con el deseo

y sus plumas

eran suaves  bailarinas

barriendo el veneno de mi esófago.

A veces lo empujaba

dentro de mi sexo,

con mis largos dedos de suicidio,

para que creciera en mi útero

y yo pudiera parir

una canción que no doliera.



Yo dormía con un pájaro

todas las noches,

cara a cara.

Una vez salimos juntos al balcón.



Eso fue hace mucho,

antes de que las hormigas confundieran

mi cráneo roto en el asfalto

con una fruta algo podrida

y tan dulce.



Antes de que la nieve

empezara a caer para siempre.




miércoles, 25 de abril de 2018

ANA CRISTINA



ANA CRISTINA

Nota de suicidio

“Hubo un poema
que guiaba su propia ambulancia”
Ana Cristina Cesar (1952 – 1983)


Voy a saltar al vacío desde tus manos.

Voy a saltar al vacío desde tu boca.

Voy a saltar al vacío desde tu omóplato.

Voy a saltar al vacío desde tu sexo.



Voy a saltar a tus ojos desde el vacío

para morirme en luz.



lunes, 23 de abril de 2018

DANIELLE




DANIELLE

Ese lugar

"en alguna parte – ese lugar buscado desde hace tanto"
Danielle Collobert (1940 – 1978)


Una excursión al interior

supura invisibilidades,

la respiración puesta

en una zona incierta,

la cuerda del dolor

pulsando confusiones,

la voz agotándose en el vómito.



El interior,

ese lugar tan buscado,

tan odiado que sólo puede ser destruido,

ese lugar para tachar

los estallidos y los derrames,

la sangre acuñando monedas de sueño,

una moneda en la boca

para pagar la Muerte,

y yo,

que nunca pude ser.



Una travesía al interior

reclama la dulzura de la palabra plana,

ningún grito,

ningún violín desafinando

en la jaula incierta del mundo,

el mundo afuera,

el desgarro anestesiado.



El interior,

ese lugar tan buscado,

tan amado que sólo puede ser destruido.



jueves, 19 de abril de 2018

TOVE




TOVE

Insomnio


"Vengan los buenos pensamientos
Los dulces y los limpios
Para que yo no me sienta
Tan asustada y sola."
Tove Ditlevsen (1917 – 1976)



No puedo dormir.

Nunca puedo dormir.

En la noche

mis ojos son dos moscas que sobrevuelan

el hueso rancio del insomnio.

Lo tocan con sus patas peludas,

liban de su podredumbre.

A veces el alcohol

es un pequeño empujón

que me ayuda a caer de pie

en la madriguera de un sueño entrecortado.

A veces los cigarrillos

encienden

la ilusión de no estar tan sola.



No puedo dormir.

Nunca puedo dormir.

En la noche

camino cornisas de niebla

que nunca desembocan en el poema.

Camino hacia la casa de la bruja:

el espejo.

Y mi corazón es un dragón

de puertas cerradas

que no sabe

cómo es no tener veinte años.



No puedo dormir.

Nunca puedo dormir.

Una pastilla más.

Una más,

a ver qué pasa.




Arte: "Tove Ditlevsen"Katherine Scrivens 


lunes, 16 de abril de 2018

VERÓNICA


VERÓNICA

                                                                       Demasiado polvo

“Todas las fotos están descoloridas.
Todos los relojes atrasan.”
Veronica Forrest-Thomson (1947 – 1975)



Hay una foto dando vueltas por ahí

en la que no me reconozco.

Demasiadas flores engullendo

mi candor de animal camino al matadero,

y ese aire a Twiggy.



Ésa no soy yo,

la chica rubia del vestido Courrèges no soy yo.

Yo fui una crisis de papel

y una suelta de globos negros.

La costumbre recorriendo

una vida que ya no estallaba

en ninguna parte.



Demasiado polvo para aprender

a no nombrar la herida.





viernes, 13 de abril de 2018

HERMANOS


HERMANOS


Cuando yo miraba la luna

en esa otra vida que es la infancia

abrían un párpado de sangre recíproca en mis ojos

y brillaban.

Había también un eco de sus pequeños llantos

en los vapores del verano.

Ella tenía los gestos

parecidos a los míos,

el pelo suave.

Él era callado.

Recordaba cosas que no habían sucedido nunca.



Cuando yo jugaba en la arena

me acercaban el mar

 y los escuchaba 

en el piar de los caracoles azules.

Viudos del aire me rondaban.

Toqué sus bocas tantas veces

cuando toqué el silencio.

En el útero de mi madre

todavía están escritos sus nombres.



Ella, que no era yo,

aunque alguna vez se probó mis muñecas.

Él, tan  callado.